A veces el amor no es suficiente, y duele dejar ir a alguien que llenó tantos momentos de tu vida, alguien que te enseñó a reír en los días grises, que creyó en ti cuando tú no lo hacías y que dejó huellas profundas en tu corazón. Decir adiós no significa olvidar, sino reconocer que algunos caminos, aunque llenos de amor, no están destinados a caminarse juntos.
Gracias por todo. Por los buenos días, las risas y las lecciones. Siempre llevaré en mi corazón lo que compartimos.